Guillermo Romo De Los Reyes
AUTORES:
Leticia Salazar Castañeda - ENSAYO Y CUENTO
Guillermo Romo De Los Reyes - NARRATIVA Y REPORTAJE
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La Sociedad Independiente De Jovenes En El Arte (SIJA) en conjunto con Revista La Cigarra, convocan al:
1er. certamen internacional de poesía
..“La sangre de los sentimientos”.
BASES
1.- Podrán participar todos los autores de cualquier nacionalidad.
2.- La temática será libre.
3.- Los trabajos estarán escritos en lengua castellana. Serán originales e inéditos, no premiados anteriormente en otro concurso o certamen.
4.- Se podrán enviar uno o varios poemas, que en conjunto tendrán una extensión mínima de dos cuartillas y máximo tres.
5.- Las obras se enviarán en un archivo adjunto, por correo electrónico a la siguiente dirección: jovenesenelarte@live.com.mx con el asunto “Concurso de Poesía”
6.- Para preservar el anonimato y la imparcialidad del jurado, las obras se presentarán bajo seudónimo, y en otro archivo adjunto se presentarán: nombre, apellidos, edad y país de residencia. En caso de que la persona resulte ganadora, se le pedirán otros datos como dirección o número telefónico.
7.- El jurado seleccionará los mejores trabajos, con los siguientes premios:
1er. Lugar: una memoria USB, un diploma que lo acredite como primer lugar y la publicación de su trabajo en el blog de Revista La Cigarra.
2do. y 3er. Lugar: un diploma que los acredite como segundo y tercer lugar y la publicación de sus trabajos en el blog de Revista La Cigarra
8.- La convocatoria queda abierta a partir del día 15 de febrero del 2009 y finaliza el día 15 de marzo del mismo año.
9.- El jurado será nombrado por la Sociedad Independiente De Jóvenes En El Arte (SIJA).
La decisión del jurado será inapelable
10.- Los ganadores serán notificados vía correo electrónico a partir del día 20 de marzo del 2009.
11.- La participación en este certamen implica la total aceptación de las presentes bases.
Gabriela Mistral (I parte)
Arte:
Literatura.
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“Yo escribo sobre mis rodillas y la mesa escritorio nunca me sirvió de nada, ni en Chile, ni en París, ni en Lisboa. Escribo de mañana o de noche, y la tarde no me ha dado nunca inspiración, sin que yo entienda la razón de su esterilidad o de su mala gana para mí. Escribir me suele alegrar; siempre me suaviza el ánimo y me regala un día ingenuo, tierno, infantil. Es la sensación de haber estado por unas horas en mi patria real, en mi costumbre, en mi suelto antojo, en mi libertad total.
La poesía es en mí, sencillamente, un regazo, un sedimento de la infancia sumergida. Aunque resulte amarga y dura, la poesía que hago me lava de los polvos del mundo y hasta no sé de qué vileza esencial parecida a lo que llamamos el pecado original, que llevo conmigo y que llevo con aflicción. Tal vez el pecado original no sea sino nuestra caída en la expresión racional y antirrítmica a la cual bajó el género humano y que más nos duele a las mujeres por el gozo que perdimos en la gracia de una lengua de intuición y de música que iba a ser la lengua del género humano. Es todo cuanto sé decir de mí y no me pongáis vosotros a averiguar más.” Gabriela Mistral.
De la tinta…
Guillermo Romo De los Reyes
Ya sea por la necesidad de nuevas historias en Hollywood, o por el éxito que se obtuvo al darles vida a los personajes novelescos; la literatura ha venido construyendo una parte importante dentro de la cinematografía mundial.
Existen claros ejemplos de libros hechos películas, uno de los casos más importantes ocurrió en el año de 1910, con la adaptación al cine (mudo) del libro “Frankenstein o el moderno Prometeo” de Mary Shelley; con 16 minutos de duración y rodada en un lapso de tres días en los estudios Edison del Bronx en Nueva York, esta versión fílmica tuvo como productor a Thomas Alva Edison, y a cargo de la dirección estuvo J. Searle Dawley.
La inglesa Mary Wollstonecraft Shelley, publicó en 1818, por primera vez: “Frankenstein o el moderno Prometeo” bajo el abrigo de la novela gótica, dicho texto explora temas como la moral científica, la creación y destrucción de vida y la audacia de la humanidad en su relación con Dios. De ahí, el subtítulo de la obra: el protagonista intenta rivalizar el poder con Dios, como una suerte de Prometeo moderno que arrebata el fuego sagrado de la vida a la divinidad. Fue el primer texto del género ciencia ficción.
Lo que el viento se llevó
Estando en cama debido a una fractura de tobillo, Margaret Mitchell comenzó leer un sinfín de libros que su segundo esposo (John Marsh) le había traído de la biblioteca, tiempo después, este fomentó a Margaret para que escribiera su propio libro, fue así como Mitchell comenzó a darle forma a la historia que más tarde le traería un éxito arrasador y le haría vender más de un millón de ejemplares.
Antes de su publicación oficial, cincuenta mil estadounidenses ya habían reservado sus libros, las ventas se dispararon cuando este salió a la calle durante la navidad de 1936; y para mayo de 1937 ganó el premio Pulitzer en la categoría de Novela.
Adaptación al cine
Antes de ser publicada la primera edición, el productor de cine David O. Selznick compró en 50.000 dólares (una cifra record para la época) los derechos para hacer una película basada en la novela.
La película “Lo que el viento se llevó”, fue estrenada y con éxito sorprendente, el 15 de diciembre de 1939; protagonizada por Rhett Butler y Scarlett O´Hara, con el paso del tiempo se ha consagrado como uno de los clásicos del cine; en todas las encuestas y criticas compite con “Casa Blanca” y “Ciudadano Kane”, por el sitio de la mejor película en la historia del cine.
Romeo y Julieta es una famosa obra del dramaturgo William Shakespeare, estrenada por primera vez el 29 de enero de 1595.
Montesco y Capuleto, dos familias nobles de la Verona del siglo XVI, se encuentran en discordia desde mucho tiempo atrás. Romeo, hijo de Montesco, es un joven enamorado del amor, aunque después, se enamora también de Julieta, la hija de Capuleto, quien corresponde fervorosamente a este amor. Los jóvenes han jurado amarse y llevan su juramento hasta la muerte, Romeo y Julieta recorren en cuatro días toda una vida de amor, odio, rencor y venganza.
La primera obra escrita sobre Romeo y Julieta no fue la de Shakespeare, aunque sí ha sido ésta la más conocida. El primero que escribió la historia fue Luigi da Porto, de Vicenza, en el año 1520, y tras ella se han escrito numerosas versiones en prosa, en verso, ballets y obras de teatro.
¿Mito o realidad?
Según la documentación oficial, no se puede comprobar la veracidad de los hechos, pues aún se desconoce si la historia de los amantes fue verídica.
Lo que al parecer si se ha confirmado, es que en la casa que se dice de Julieta: Vía Cappelo 27 de Verona, cuyo balcón se ve en la fotografía, efectivamente sí vivió la familia Capuleto y también parece ser cierto que existían rivalidades importantes entre la mayoría de familias de la ciudad, no sólo entre Montescos y Capuletos.
La tragedia se moderniza en el siglo XX
La versión de Zeffirelli obtuvo cuatro nominaciones al Oscar, de las cuales ganó dos: mejor fotografía y mejor vestuario.
DRácula (Vlad Draculea), es el protagonista de la novela homónima escrita por el irlandés Bram Stoker en 1897, novela que dio lugar a una larga lista de versiones de cine, cómics y teatro.
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas, mucha gente piensa que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, y en leyendas de vampiros que circulaban por la Europa oriental.
La primera adaptación de Drácula al cine, no fue de una manera oficial.
Francis Ford Coppola no se quedó atrás, y en 1992 comenzó a rodar: “Drácula de Bram Stoker”, el reparto estuvo constituido por grandes actores como: Gary Oldman, Keanu Reeves, Anthony Hopkins y Winona Ryder; supuso el debut de Mónica Bellucci a la pantalla grande y también marcó el retorno de Coppola a los éxitos de taquilla tras filmar “El Padrino III”.
¿Mi verde será el verde que tu ves?
no lo sabré, pero ambos cohabitamos
con el péndulo que se mueve en complicidad
con el universo, somos arrastrados por las mismas miserias,
por la esclavitud de nuestras neuronas
gobernadas por mentes que idearon
el contexto perfecto para amansar
mentes idiotas, que se ciñen al influjo
de leer un evangelio, de escuchar
el discurso de un político mediocre,
de aceptar sin cuestión las reglas sociales.
¿Tus flores y mis flores tendrán el mismo aroma?
No lo sabré, sólo contemplo desde la casa
donde la angustia se despierta,
la prisa del hombre por abortar su naturaleza,
el espasmo se eleva en el asta de mi conciencia,
el afán por destruir lo inevitable, lo innegable,
es como correr pensando en dejar atrás
nuestra sombra, bajo la punzante luz del sol.
¿El sabor de las almendras sabrá
igual en tu paladar y en el mío?
No lo sabré, pero buscamos a toda hora,
en cualquier rincón sin aire, en las mentes vacías,
debajo del doblez de la razón o bajo del puño lascivo
de lo que se cree es la verdad, al culpable,
al animal que pudo transgredir tu identidad,
a quien irrumpe y apresa así nuestro libre albedrío,
es merecedor de las siete plagas y de todas
las torturas posibles y de la ira del gigante.
Buscas a la bestia imperdonable que ha saboteado
la esencia del hombre desde que existe,
esa bestia que manchó todos los muros de rojo rencor,
sopló en tus poros azufre envenenando tu sangre
y aquella que dejó la huella de un tridente de piedra
en el hueco donde estaba el pedestal de tu creación.
Muéstrame tus manos, extiéndelas, suéltalas…
Están manchadas de rojo rencor,
hay restos en ellas de azufre
Llegó un momento en que mi casa era todo lo que había soñado aún cuando todos somos eternos insatisfechos. Sin embargo, tomando en cuenta lo difícil que es lograr nuestras metas: yo deseaba una casa... Después de trabajar arduamente durante unos veinte años, mi hogar se parecía mucho a lo que había deseado durante toda mi vida, sobre todo su jardín: árboles, follaje, caminitos de begonias, tulipanes, margaritas, gardenias; y en navidad florecían las noche buenas como banderitas de la paz... en fin: a mis ojos, mi jardín parecía el edén pregonado por
Yo jamás he tenido nada en contra de las abejas, todo lo contrario: respeto su menester en la vida y por ello su hábitat. Pero resulta que ellas no respetaron el mío. Yo comprendo que las abejas no entiendan de derechos, de espacios privados, de temores humanos, de respeto a la propiedad privada, etc. Yo entiendo todo eso. Pero, ¿quién me salva de sus dolorosos guijones una vez que los insectos invaden mi jardín?
Fui y hablé con
Repito que tengo mucho respeto por todos los seres vivientes de este mundo, mas un insecto es un insecto; no obstante, los insectos y yo más o menos logramos poner en claro que ese jardín era mío; aún cuando todo insecto tiene la capacidad y quizá la libertad de adueñarse de todos los espacios de la tierra, si tomamos en cuenta que en el principio la tierra no era para los humanos, nosotros llegamos después, supuestamente con los mismos derechos de toda criatura viviente.
Como haya sido, hay humanos que no podemos soportar a ciertos insectos, e insectos que no están dispuestos a respetar a los demás. A algunos podemos tolerarlos, pero otros nos son insoportables y, ¡yo le tengo mucho miedo a las abejas! Se lo dije a
Empecé a poner trampas, muros, alambradas para que me dejaran en paz, ya que se bebían mi agua, usaban mi teléfono, se comían todos los frutos de mi jardín y de paso no me dejaban descansar con su zumbido, el cual me obligó a mantener cerradas puertas y ventanas; pero ellas siempre encontraban resquicios por dónde introducirse en mi vida íntima. Yo me dije: ¿acaso tendré que matarlas? Los medios para exterminarlas no me faltaban, pero sabía que la solución no era ésa ¿cuánto tardarían en llegar otras? Además, eso de ir por la vida matando insectos no lo considero aceptable, ya que destruiríamos nuestro propio ecosistema. Y Considero que cada una de nuestras acciones debe tomarse en cuenta en el sentido universal; es decir: si hipotéticamente yo mato un enjambre estoy admitiendo que todo ser humano tiene derecho a matar un enjambre; si yo lastimo a un niño, o robo o asesino estoy aprobando que cualquiera tiene el derecho de hacerlo ¿Qué podía hacer entonces?
Así pasaron los años hasta que me hice vieja, y las abejas iban y venían por mi jardín. Ya vieja no pude trabajar y, como es normal, me llegaron las enfermedades... ello me obligó a vender mi casa, era demasiado grande, ya no podía mantenerla limpia mucho menos podía atender mi jardín. Hoy vivo en un departamentito situado en un cuarto piso en el que sólo puedo tener macetas con flores en la ventana, mas ahora tengo la ciudad como jardín, desde aquí diviso los millones de abejas merodeando entre los transeúntes para inyectarles su aguijón.
En ocasiones me veo obligada a quitar mis flores de las ventanas y mantener éstas cerradas. Entonces, mis flores y yo, quedamos a aisladas y a oscuras, mas es la única forma de librarnos de los insectos, en este caso las abejas.